Cada año desde 1952, personas de todo el mundo han celebrado el Día Mundial de Invocación, uniéndose en la reafirmación de la unidad humana, la vitalidad espiritual de nuestra relación con Dios y la responsabilidad de los hombres en la implementación del Plan divino sobre la Tierra. La Gran Invocación pertenece a toda la humanidad, y no a un grupo o religión en particular. Es una plegaria mundial, traducida a más de 72 idiomas y dialectos. El empleo de La Gran Invocación constituye un servicio mundial, ya que responde directamente a la necesidad planetaria actual. Necesitamos luz para iluminar el camino que se extiende hacia delante, y para revelar la visión de una nueva civilización; necesitamos amor para gobernar las relaciones entre los pueblos y poner fin al reinado del odio y del separatismo; necesitamos el poder de la voluntad al bien para que esté presente en las elecciones y toma de decisiones humanas. La utilización masiva de La Gran Invocación en el Día Mundial de Invoc...
Formación de Canalizadores. Un espacio para recuperar tus aprendizajes y ordenar la comunicación entre los planos sutiles de existencia. Beatriz Sirio