A través de la respiración y la concentración encontramos el punto medio del equilibrio, de nuestro cuerpo físico, nuestro cuerpo mental, nuestro cuerpo emocional y nuestro cuerpo etérico.
Toda esta conjunción hace que todos nuestros sentidos estén en sincronía, en esa Sincronía Divina que es nata, es pura y exclusiva del Ser en completud.
Logrando estados prolongados de estados meditativos, tienen el poder de canalizar la energía que se unifica en nuestro Ser, la energía del Cielo y la energía de la Tierra.
Ambas energías se fusionan logrando así estados de completa plenitud y armonía, apaciguando toda esas energías que circunda y son de otra vibración inferior a lo que realmente es de nuestro Ser.
Ser en armonía, Ser en completud, Ser en equilibrio.
Expansión máxima del Ser en la luz de Dios, de la energía Divina.
Una vez todo nuestro Ser se unifica, se entona en nuestro interior esas notas musicales, que nos identifica, en nuestro estado más puro, glorificando así a todo nuestra inmensidad, nuestro Ser.
Este sonido que emanamos cuando entonamos estas notas, es como un llamado al Reino Angelical que en esa misma vibración nos asiste con su Luz, haciendo que todas esas notas que distorsionan se esfumen por completo, expandiendo y extendiendo por lapsos más amplio el estado de relajación, plenitud, armonía y paz interior.
Sepanse dignos de esto, sepanse capaces y practiquen para encontrar a través de la meditación esa nota que es en cada uno.
Namasté
Canalizado por Katya L. Barreto Andrada, 16 de Febrero 2023
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