Desde la finalidad misma de la creación de la existencia humana la motivación que enceguece y la misma que libera al hombre es la de la unificación. Volver a la fuente es el símbolo que refleja el recordar se a uno mismo la existencia plena y completa. Como cuerpos de siete partes venimos sintiendo soledad y división. Hasta que la unificación comienza a ser posible en la integración primero de nuestra alma encarnada, en la unificación segunda de nuestros siete cuerpos que nos constituyen como monadas divinas de luz o ángeles humanos. En la conformación de la realidad monádica del ser espíritu completo, ser crístico en acción, la integración de las polaridades es un paso que acaba y confluye en la integración de los sexos. Hombre mujer representan la totalidad del ser en uno mismo. Bien, mal, positivo negativo, los polos dejan de existir cuando trascendemos la existencia y nos convertimos en seres espirituales en completud. Bienvenidos, y felicitaciones por haber llegado hasta aquí...
Formación de Canalizadores. Un espacio para recuperar tus aprendizajes y ordenar la comunicación entre los planos sutiles de existencia. Beatriz Sirio