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El efecto dominó de la expansión

 

La Formación de Canalizadores como primera ficha


Vivía en función de lo que quería que sea. En función de los deseos del ego humano. 

Con perspectiva, reconocí que los deseos del ego cambian. Se renuevan constantemente. Mutan ilimitadamente. Nunca nada es suficiente. No existía la satisfacción porque aún cumplidos esos deseos, ya tenía ideas y “logros” nuevos por alcanzar con un nivel de auto exigencia muy alto. Y todo eso que yo quería egoicamente que sea, se iba alejando cada vez más de lo que Es. De mi propio Ser. 



    Apenas comencé el taller empecé a escribir listas con intenciones de las cosas que quería para mi vida. Haciendo una re-lectura cronológica de esas listas se hace explícita la expansión de mi conciencia. Las primeras listas eran larguísimas y predominaban los deseos materiales/mundanos. Una de las últimas dice solamente : vivir desde el Ser.

 

En el proceso me amigué con el ego también. Entendí que el ego trae imperfección, la materia prima del aprendizaje. Y el camino de regreso es aprendiendo o no es. 

Por eso todo es perfecto. 

 

 

El desafío más grande para vivir desde el Ser es, para mi, integrarse en completud. Por cuestiones de mi historia concreta, siempre viví con todos los aspectos de mi vida desintegrados. Sostenía aspectos, vínculos, expresiones, objetos, conversaciones que no tenían nada que ver con quien yo soy.  Y para poder Ser hay que dejar ir lo que no es. Pero es ahí donde entra la cuestión del apego. Nos apegamos a personas, a aspectos nuestros. Pero también nos apegamos a los que otros quieren que seamos.

 

 Pude realmente entender el significado del apego cuando vi un magma naranja en donde no había figura ni fondo. En un instante confirmé que Somos Uno. La nada era Todo. ¿Cómo que Nada es Todo?, me pregunté. La experiencia había puesto en jaque al lenguaje humano. Ahí entendí que el lenguaje humano es una herramienta obsoleta. Sirve para menos cosas de las que creemos. Nos limita.

 Entendí que hay un lenguaje mucho más poderoso que es el del Amor. Es tan simple que lo hicimos complejo. Es tan accesible que por momentos parece inalcanzable.  Es tan básico que materializarlo se convirtió en EL desafío en la historia de la humanidad.

 

Pero la realización más importante de este proceso fue darme cuenta de que ninguna reflexión o concepto que llegaba a mi era nuevo. Así es como me di cuenta de que simplemente estaba recordando. Volví  a pasar por el corazón toda la sabiduría que había olvidado. 

 

¿Qué experiencias fueron trascendentales en el camino hacia el recordar? En primer lugar, el trabajo en espejo con mis compañeros de camino. Entender que si lo veo en el otro es porque está en mí. Y así comprender en carne que el trabajo es en Uno. Y trabajando el Uno se nutre el Todo. Esto es la Co-Creación.

 

Por otro lado, lo más transformador en mi proceso fue recordar como recordar. Ser consciente de las herramientas que desarrollamos para sanar.  La responsabilidad que ello implica. Recordar y saber ordenar lo recordado fue la llave de acceso al conocimiento de mi origen cósmico, la lupa perfecta para desentrañar desafíos presentados por la familia álmica encarnada y el libro que enseña a abrazar quien yo soy. 


Pero si tuviera que resumir la primera parte del taller en una palabra diría: entrega. Me entregué a una experiencia que no entendía desde mi mente concreta. Dudaba constantemente, pero había algo en mi interior, la intuición, que me tranquilizaba. El lenguaje del Amor. Seguí adelante y confíe porque pude ver a mi niña interior en el proceso. Ella me llevo de la mano. Así supe que no existe el error.


 Y en este instante que son todos juntos, le pido al Maestro un mensaje específico para compartir con ustedes hoy:

 

El verdadero Poder, el interior, es nada más y nada menos que la libertad. Y solo sé es libre viviendo desde la Verdad. Todo lo que no tenga que ver con la Verdad son distintas formas de auto sometimiento.


Namasté.

 


Canalizado por M. M. Cubelli en el marco de la autoevaluación de la Formación de Canalizadores. Buenos Aires, Abril 2020.





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