La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales, que todos los hombres aceptan innata y normalmente, como son la verdad de la existencia de una Inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios; la verdad de que, detrás de todas las apariencias externas, el Amor es el poder motivador del Universo; la verdad de que vino a la Tierra una gran Individualidad – llamada Cristo por los cristianos – que encarnó ese amor para que pudiéramos comprenderlo; la verdad de que el amor y la inteligencia son, ambos, efectos de la Voluntad de Dios; y finalmente, la verdad evidente de que el Plan divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.
Reflexionar unos pocos minutos cada día sobre la Invocación, esforzándose por comprender su significado más profundo. Luego pronunciar la Gran Invocación con determinada intención y concentración. A medida que se realiza, visualizar la Luz, el Amor y la Voluntad al Bien, penetrando en los corazones y las mentes de las personas de todo el mundo.
Hoy a partir de las 20hs comenzamos la Vigilia de Luna Llena recitando al unísono, cada hora en punto, una vez por hora, en voz alta.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.
Namasté
Hermoso!Que la Luz,el Amor y el Poder Restablezcan el Plan en la Tierra. Namasté
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