“Desde el punto de Luz en la mente de Dios,
Que fluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.”
La senda de este camino es larga, montañosa, con subidas y bajadas. Requiere de tiempo, requiere de paciencia, requiere de perseverancia, requiere de entregarse, de fluir, de ser consientes que nuestra intuición es la gran guía de nuestro camino.
Somos seres de luz que en el día a día no tomamos conciencia de las capacidades, del brillo, de las herramientas que a nuestra disposición están, de que contamos con ellas para hacer y crear un camino mucho más liviano.
Estar despiertos es empatía, es sanación, es sabiduría, es ser compasivos, estar despierto es el acto más grande de amor es la verdadera unión con el otro.
A medida que en el proceso personal de cada unoavanza, podemos encontrar el camino hacia el despertar, trabajando desde el amor para crear la unidad.
Cuando despertamos nos volvemos seres libre, abundantes, prósperos, creamos una gran red de amor, creamos una gran red de luz, cada uno desde su lugar, abrazamos la madre tierra, lugar que nos permite ser en este plano.
Despertar lleva tiempo, lleva trabajo, pero lo que no sabemos es que luego de pasar la noche, de haber atravesado la oscuridad, luego de haber sido parte, cuando el tiempo decide que la luz avance por sobre cualquier cosa que se interponga, no existe forma alguna de volver atrás.
Ante la llegada del Alba, todas nuestras capas empiezan a iluminarse, una por una, toda nuestra integridad lo hace y la gratitud de sentirnos vivos, nos completa de divinidad.
Cuando la hora azul sucede, nos sentimos dichosos de haber transitado, pero sobre todo de que cada parte del ser va a ser iluminado y es parte de la evolución continua de nuestro espíritu.
Las almas despiertas no vuelven a dormirse, las almas despiertas triunfan en la luz, las almas despiertas se ponen al servicio para un universo mejor.
Hemos sido llamados al encuentro, hemos sido convocados a tomar nuestro lugar, por más que cueste, por más que el miedo sea una interferencia muchas veces, debemos escuchar a nuestro Maestro interior, creer en nosotres mismes, creer en nuestra capacidad, creer en nuestra luz, integrar cada capa de nuestro ser, sin juzgar, abrazarnos y comprender que esa es nuestra realidad, que ese es nuestro destino y que el plan mayor esta a punto de comenzar.
No perdamos mas tiempo en elegir desde la perfección que es lo mejor que podemos hacer, la realidad es que las respuestas están en nosotres en saber escucharnos y en prestarnos atención.
Esa luz, ese amanecer, ese DESPERTAR, depende meramente de une, depende de une prender luz en la cueva y poder visualizar y ser consientes que estando despiertos, que desde la luz y en la luz es en donde pertenecemos realmente.
Namasté !!!
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ResponderEliminarNamasté 💜
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