Considerando el ciclo completo de reencarnaciones las almas gemelas son aquellas que comenzaron este camino con nosotros, con las que nos hemos encontrado en varias encarnaciones y aquellas con las que al adquirir ciertos conocimientos evolutivos nos volveremos a encontrar en este plano para realizar una misión en común.
Son almas en una misma vibración con las que al encontrarnos iremos comprendiendo el amor en una expresión completa y absolutamente indescriptible, que nos lleva a nuevos estados del ser y el hacer en pos de la evolución planetaria y de la humanidad.
Concentrarnos en la búsqueda de estas experiencias nos enfrenta al riesgo de perder de vista los aprendizajes previos a determinado encuentro. Caer en la idealización y sentirnos frustrados frente a la realidad cotidiana.
Meditar con el alma gemela
A través de la meditación podemos vibrar la energía similar y maravillosa de nuestra alma gemela que está en conexión con nuestra conciencia superior.
En algunos casos las almas gemelas se encuentran encarnadas en iguales condiciones, aunque sea en diferentes puntos físicos. Tendrían edades similares, cuerpos afines y por supuesto el desarrollo evolutivo común y necesario para encontrarse en un momento de esta reencarnación y vivir de la realización conjunta de su misión de vida.
En otros casos, las dificultades pueden ser sondeables, como que uno identifique al otro pero el otro no esté preparado, diferencias de edad, sexo o situaciones sociales que perecen insondables. En estos casos dependerá de la posibilidad de vivenciar el amor en su máxima expresión para poder superar dichas dificultades que encierran un nuevo aprendizaje para las almas gemelas y aquellos que estén en contacto con ellas. También es posible encontrarse en diferentes planos donde no podrá ser posible un encuentro físico.
Pero para crecer y vivir las experiencias de la manera más próxima a la realización completa posible, es importante aceptar cada experiencia como suprema, darle la posibilidad al amor que se exprese en todas sus formas. Disfrutar de los aspectos que las relaciones humanas nos presentan. La relación con los hijos, con los padres, con los compañeros de trabajo, con todos los seres que nos cruzamos cada día. Comenzar a ver que cada encuentro es una posibilidad de expandir amor y acercarnos a la plenitud atraerá a nosotros la experiencia mayor: el encuentro con el alma gemela.
Beatriz Sirio - 15 Abril 2013
Comentarios
Publicar un comentario