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Sembrando, transformamos

 Tomamos tres respiraciones, inhalando en tres tiempos y exhalando en tres tiempos,cuando inhalo digo “Yo” y cuando exhalo respiro “Soy”, tres veces. Repetimos tres veces en voz alta. Yo Soy. Yo Soy. Yo Soy

Protegidos por esta burbuja azul, el tubo de Luz y la llama violeta. Arraigados al centro de la Tierra, al Corazón Cristal de Gaya, nuestras raíces fuertes y brillantes, conectando nuestros tres chakras inferiores con esta energía de la Madre Tierra, visualizando el chacra raíz, sacro, plexo, llegando a nuestro corazón. Y el Cordón de Plata activo, radiante, fuerte, en conexión con las Altas Esferas, con nuestros Maestros Ascendidos y el Corazón Cósmico. Esta energía que sigue por el chakra Corona, conectado con el tercer ojo y con el chakra garganta, hasta el chakra corazón, uniéndose con la energía que sube de la Madre Tierra. Como es arriba, es abajo, y cada uno en el centro de esa energía, en esta Gran Burbuja Azul de protección. Alrededor nuestro, la llama violeta transmutando. Se hacen presentes nuestros Ángeles Guardianes, el Arcángel Gabriel, Saint-Germain, la Madre María, el Maestro D.K., junto a los Elementales.

Observando qué nos trae esta Luna Nueva, este brillo personal en cada Uno, en cada persona, como canales activos en la Tierra, conectando con nuestros triángulos, esos dos primeros compañeros de camino de la Formación, y de tres en tres, en tres, alrededor de la Tierra, iluminando Amor.

Visualizamos la Llama Trina con el dorado, el celeste y el rosa en el centro de estos triángulos, girando y limpiando, como una hélice expandiéndose y expandiendo liberación cristalina y limpieza. Desde este centro, desde este triángulo y de cada Uno, todo a nuestro alrededor.

En esta Luna, nos proponemos a sembrar un proceso de reciclaje, un proceso de transformación y transmutación. Obteniendo ese espacio, en donde arrojamos todo aquello que no nos sirve, para que el fuego de la vida lo transmute y lo convierta en Luz. Y así, tener cada vez más Luz en nuestro interior. Como si fuese una Luz que viene desde abajo y empuja, para que salga hacia arriba, todo lo que necesitamos desechar para Transmutar.

Iluminando nuestras mentes en dorado, iluminando nuestros propósitos, esas palabras que llegan, Acción y Voluntad, visualizando ese color brillante, frente a nosotros, y sellando  nuestro campo áurico con esas palabras en ese intenso dorado. Acción y voluntad, Acción y Voluntad, Acción y Voluntad. 

Como así también escuchamos el sonido de la Naturaleza. El canto de las aves, nos recuerda cómo desplegar las alas, y así poder volar, tomando acción cada Uno, en su camino y en el proceso evolutivo en el que se encuentre. Alivianando las cargas. Y así, reconocernos en esta Naturaleza, como parte del Sol, como parte de las aves, como partes de la Tierra, también así del agua, conformados por todos los elementos, entendiéndolo como un ciclo, como un círculo, que se mueve todo el tiempo en nosotros. Nuestra primera partícula surge de la unión de estos cuatro elementos. Y en nuestro proceso de vida material, recibimos el Sol, somos agua, somos aire y volvemos a la Tierra, nos transformamos en Tierra para después poder volver al ciclo,uniéndonos con el fuego, el aire y el agua.

La resonancia del brillo en esta Luna Nueva, nos activa a encontrar en cada momento, de esta lunación, ese fuego que tenemos dentro, para poder observar y direccionarlo hacia la Luz, ese fuego que está ahí dentro todo el tiempo, con aciertos y desaciertos, algo que en nosotros enciende y nos activa. 

Ese fuego que nos enciende para realizar nuestra labor. Y así poder conocerlo y utilizarlo, para transmutar toda esa energía discordante, que ya no queremos más, y encaminarnos hacia esa Luz, la Luz del Sol. 

Iluminamos nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, iluminando nuestro camino, observando cómo nuestros pies descalzos irradian esa Luz, sobre esta Madre Tierra, arraigados en esos pasos, siendo parte del Todo, esa Frecuencia de Luz, conectada con nuestra intuición.

Observando esta Luz interior en mí, para luego poder iluminar la semillita en el otro, y si el otro aún no tiene esas herramientas para reconocerse, entonces nuestra labor es regar esa semilla, para así verla florecer. Luego de ese florecimiento, esa semilla que crecerá,  iluminará otras semillas. Y así podremos observar esta Tierra  llenándose de esos  árboles, irradiando esta Frecuencia de Luz, a cada ser viviente. Reconociéndonos y haciendo el trabajo cotidiano de iluminar los miedos y las angustias, esa falta de confianza, la falta de acción, iluminar todas esas palabras, para así poder transmutarlas en el fuego. 

Entendiendo que esta Luz que iluminamos dentro nuestro, es Amor, es la sensación de Amor, es el Amor a la vida, a nosotros mismos, comprender que somos un vehículo del Amor y que somos Amor en esencia. Iluminar nuestra esencia amorosa. Que esa Luz sea la semilla, que ese Amor sea la semilla.

La Madre María se hace presente, nos  protege con su manto, como los Ángeles y los Arcángeles prestan su asistencia y nos recuerdan,  proteger nuestro Canal y cuidar la propia Luz.

También se hizo presente el Arcángel Miguel, así que agradecemos. Agradecemos a cada uno por su labor, a nuestros triángulos, a los Maestros Ascendidos, agradeciendo a los Elementales,  a la Tierra y al sol. Gracias a este triángulo de Luz. Gracias, gracias, gracias.



Canalizado el 5 de Agosto,  por Nadia José y Marilyn Alvarez Bernardini.

Transcripción Marilyn Alvarez Bernardini.

Dibujo Nadia José







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